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 Al partido popular tras las elecciones de 2008 solo le cabe la reflexión. ¿Qué es lo que pasa en España para que un señor que inicia una negociación política con la ETA y pacta con los nacionalistas más exacerbados gane de nuevo unas elecciones? . Está claro que el discurso nacional no cuela, y no lo hace porque los votantes que se sienten españoles y que votan al PSOE, no ven mas allá de sus odios y prejuicios contra el centro-derecha, alimentados en buena medida por una mayoría mediática de la izquierda sin precedentes en la historia, y los planteamientos más conservadores del partido que saben muy bien explotar los socialistas .  El PP se consolida como la oposición democrática a la rendición ante la ETA y el chantaje nacionalista. Pero el partido popular, sus votantes , que son más de 10 millones de españoles de bien, no se pueden conformar con eso. Queremos un partido fuerte, que nos represente y que lleve un discurso coherente e inquebrantable. Ahora es cuando veremos cual será el futuro de este país..


Si el PP opta por una linea de perfil bajo, moderada , con el propósito de integrarse con los nacionalismos de derechas y asi ver reforzada su posición parlamentaria a semejanza de la etrategia socialista, se equivocará. El PP necesita cambios urgentes, pero no en su discurso, ni en sus principios, sino en sus dirigentes. Necesita gente que se lo crea, que crea en España pase lo que pase , ganen o no ganen, que sepan comunicar, que tengan una cara amable. Necesitamos políticos que los pocos minutos que salgan en la TV sean para conectar con el público en el acto, necesitamos más picardía y más estrategia. No sé si eso sucederá con la marcha de Don  Mariano. Rajoy es una gran persona y un gran dirigente, ha mantenido el barco del PP a flote a pesar de todo lo que nos ha caído, seguimos con mucha fuerza, mucha más que la de hace cuatro años, sabemos lo que necesitamos, sólo hace falta que alguien lo lleve a la práctica.


Yo no quiero un cambio inmediato de líder, pero sí una renovación de caras en la directiva por gente con más carisma pero con un discurso CLARO Y CONTUNDENTE, no un discurso que le haga la cama a los socialistas. Sólo, si se vislumbra una alternativa ganadora en el PP estaré por el cambio de Rajoy. Esa alternativa hoy día solo pasa por Esperanza Aguirre, pero ¿No  hay nadie más que cumpla ese perfil que necesita España?


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Nuestro país seguirá igual o peor que en estos últimos cuatro años de gobierno Zapatero. Es triste pero es así, siempre lo temimos y lo imaginamos, pero después de todas las barbaridades y errores que se cometieron en asuntos tan trascendentales para nuestra democracia, como la intregridad territorial o el terrorismo, fuimos muchos los que pensamos que España hablaría en las urnas en contra del ^PSOE^.  Desde luego, España ha hablado, pero para seguir con lo mismo, es decir, un gobierno RADICALIZADO  a la izquierda y cada vez más próximo a los nacionalismos y separatismos. Lo hemos visto en estos cuatro años, y lo vemos el 9M. La esquerra, los separatistas más radicales de cataluña, se sienten cómodos con Zapatero y por eso le votan, los comunistas de IU se identifican cada vez más con el ideario Psoe y actúan en consecuencia... Es legítimo, y por tanto, respeto a este nuevo gobierno, pero no soy ingenuo y sé que Z seguirá igual, si cabe peor. Ahora lleva los votos de ERC, IU y algunos de PNV sobre su espalda, no puede deshacerse de ellos, son los que le dan el poder, gobernará con ellos y para ellos, necesita el voto radical y nacionalista, lo ha buscado y lo ha encontrado, seguirá por la senda de la tensión, y España por la de la desmembración. Aún así, la victoria y la esperanza todavía persisten, somos muchos los que no nos rendimos, lo hemos demostrado hoy y lo seguiremos haciendo.



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Rodríguez es un populista mediocre, pero es un populista. En los cuatro años más agitados de la democracia española, curioso es que el líder de la oposición, Rajoy, haya sido el virtual presidente de España, defendiéndola, y el real presidente de la nación, Zapatero, haya sido su principal opositor y enemigo. La izquierda política sabe mejor que nadie que jugando sucio se pueden ganar las elecciones. Hablaríamos de juego, si no fuera porque han dejado al país en una situación pre-guerracivilista. El segundo e inmoderado debate ha sido una síntesis del primitivo discurso del jefe de Viza (Guerra de Irak), y sus formas y demagogia han vuelto a sellarse con el 11-M. Moral e intelectualmente, el de las cejas no vale un alfiler, pero puede ganar el día 9 si la farsa de los terroristas suicidas vuelve a calar en la gregaria sociedad ibérica.

España se debate ahora entre ser la admirada nación que tanta historia acumuló, o verse reducida a una Venezuela en el sur de la vieja Europa.